¿Quién soy? Una abuela nuevita que escribe desde de hace mucho, mucho tiempo. Tenía once años - año 1963 - cuando gané mi primer concurso de LETRAS, con una redacción. ¿El tema? ”Por qué me gustan las flores”. En esa época la primaria la cursábamos hasta 6to grado y yo estaba en 5to. El concurso era intercolegial y el premio consistía en un pergamino recordatorio y la lectura del trabajo en un acto público en la Plaza San Martín de Belén de Escobar. Nunca llegué a hacer la lectura ni tampoco recibí el pergamino. ¿El motivo? No me animé a leer ante tanta gente. Mi lugar lo tomó el segundo puesto. Tuve mi revancha: al año siguiente gané el primer premio en Pintura Artística - no era un concurso intercolegial, sino libre - y allí me animé y subí a buscarlo al escenario, compartiendo el espacio con importantes pintores de la zona. Porque la pintura es mi otra pasión: también allí puedo dejar volar mi imaginación y plasmar mis sentimientos.
Crear a partir del papel o la tela en blanco, ese es el gran desafío: con pincel o con lápiz (teclado para mí, ahora - me modernicé -), debemos dejar volar la imaginación y cubrir con color o letras con sentido para uno mismo el espacio vacío. No para los demás: si gusta a otros es una feliz consecuencia. Lo realmente importante de escribir o pintar es sentirnos bien. De la misma forma que nos sentimos al leer un cuento, una novela o un poema que nos gusta y nuestro corazón o nuestro intelecto se expande en un gran suspiro de satisfacción. Eso es escribir con ganas. Eso es crear.